La mayoría de los niños sordos son hijos de padres oyentes (el 90% aproximadamente), por ello se afirma input lingüístico y de desarrollo de lenguaje y que viven en un ambiente comunicativo menos eficiente, en comparación con los niños oyentes y sordos hijos de padres sordos, lo que sin duda tiene consecuencias en su desarrollo cognitivo y social. La incorporación temprana del lenguaje de señas (LS) en niños sordos surge como una posibilidad de disponibilidad lingüística y comunicativa, sólo aproximadamente el 10 % de los niños sordos incluidos al lenguaje de señas y que sólo la mitad de los niños sordos que usan LS, lo usan también con su familia, y sólo unos pocos mantienen conversaciones cotidianas con sus padres oyentes. Todo esto a pesar de existir ya suficientes evidencias del status del LS como lenguaje natural o verdadero, por tanto, como un sistema lingüístico altamente estructurado con toda la complejidad gramatical del lenguaje oral.
que están relativamente privados de